—Eres
patético —un puñetazo directo a la cara me derribo, Oscar intentó defenderme
pero unos sujetos lo detuvieron y yo lo agradecí, lo tenía bien merecido.
Yo
había decidido llevar a Oscar hasta aquí y cuando pedí ayuda él, el hombre que
me había golpeado y lideraba aquellos que tenían que ver con el ciclo,
accedió sin ninguna protesta pero en
cuanto preguntó por Veritas y le conté lo ocurrido explotó y me golpeo sin
pensarlo.
—Siempre
es “yo voy a ayudar aquí y allá y por acá también” —bufó en lugar de aspirar
aire— y sigues sin darte cuenta de que eres inservible y jamás podrás ayudar a
nadie ¿Cuándo vas a seguir los consejos que se te dan? Tuviste la oportunidad
de ayudarla a ella y ahora…
—¡pero
me ayudo a mi! —grito Oscar.
—¿Y?
—Cuestionó con frialdad— Tu presencia no nos supone una ventaja.
Comencé
a levantarme, por primera vez noté la diferencia de edades entre el hombre y el
resto de las personas que coordinaba, fácil me llevaría cinco años. Su agilidad
y su fuerza testificaban una dura batalla para llegar a esa edad.
—Y
deduzco, por tanto, que Veritas es pieza clave de todo esto —comenté— ¿Qué
tiene ella de especial?
El
hombre se acercó, me pateó ambas espinillas y me hizo irme de frente,
afortunadamente logré interponer los brazos entre mi cara y el suelo.
—Ella
es la clave y sin embargo no tiene nada de especial —su mirada era como una
puñalada, no debería de importarme en lo absoluto pero su desprecio me hacía
sentir un hueco enorme en el estomago.
Me
levantó de la camisa y me puso contra la pared
—¿Crees
que esto es un juego? ¿Crees que con cada reinicio puedes volver a empezar y
ya? Déjame recordarte que ella lo recuerda todo y se queda con todo ¿Y todo lo
que podrían hacerle? Si, no la abandonará jamás. Debes sentirte orgulloso por
haberle arruinado la vida.
Una
mano femenina se posó sobre sus brazos . Ivy estaba interviniendo por mí.
—Y
golpearlo no nos ayudará a encontrarla más rápido —dijo con severidad.
Ella
le provocó una realización y me dejo caer al suelo.
—¿Qué
esperan? Dispérsense para no dar tregua a ese maldito, cada minuto que pasa
condena más a este mundo —no entendía de que hablaban, no me interesaba mucho
saberlo.
—Isaac
—susurró Ivy. Nuevamente había confundido mi nombre pero no sentía deseos de
contradecirla— sé que es difícil ser el único que trabaja hacía el mañana pero
tu me salvaste y quiero que salves muchas personas más, no quiero que te des
por vencido y te quedes aquí como un muerto.
—Todos
hablan de eso —respondí— todos hablan de lo genial que podría ser cuando él
tiene razón.
—Tal
vez la tenga según lo que el estableció pero has hecho cosas muy grandes, tu
formaste toda la sociedad del ciclo que ves ahora —eso me extrañó.
—¿Yo
la formé? —pregunté.
—Si,
incluso una vez volviste al viernes anterior y…— ella dudo un poco— ¿me
obligarás a contártelo? ¿Es que acaso no hay otra forma de hacer que te
levantes?
Recordé
que habíamos hablado una vez de asuntos que preferíamos olvidar y por tanto no
me gustaría forzarla a recodarlo.
—No,
está bien —intenté reflexionar un poco y me di cuenta de algo grave— te
contaría lo mio a cambio pero la verdad es que ya lo olvide.
¿Qué
otras cosas había hecho sin recordarlo? Por qué todo el pasado justamente hoy
me parece tan distante cuando parecía ser ayer que platique un poco con Veritas
sobre él.
¿Ayer?
Eso era imposible, estamos en un ciclo dónde el tiempo no pasa del último
sábado del mes de Julio.
—
¿Exactamente cuanto tiempo llevamos en este ciclo? —pregunté con curiosidad
cuando algo vino a mi mente.
—El
ciclo estaba aquí antes de que me permitieras entrar pero aun así, he llevado a cabo la cuenta de
aproximadamente mil seiscientos sesenta y ocho días o en su defecto cinco años
y medio —algo no encajaba ahí.
—Pero
los libros en tu habitación solo llegaban hasta… —ella me interrumpió.
—Me
pregunto que más husmeaste —frunció el seño pero parecía un poco divertida por
mi investigación— esos libros solo son…
Un
click y un tic tac nos silenció a los dos y pudimos escuchar perfectamente un
sonido de pasos que se acercaban.
—¿Por
qué me traicionas? —el sonido venía de una esfera metálica que no podía
comparar con nada de este mundo, era de oro y estaba decorada con muchos
relojes que iban a distintas velocidades— Después de todo lo que he hecho por
ti —no parecía molesto como cuando me golpeo, parecía desesperado.
Instintivamente
me moví al frente de Ivy por si volvía a haber violencia, no me parecía un
sujeto de fiar en este momento, se veía en su mirada como había perdido la
cordura en algún momento.
—No,
Isaac, yo…—así que él era Isaac, gracias por confirmarlo Ivy.
Isaac
presionó un botón en el artefacto que tenía en su mano y de ahí se proyectó
sobre el suelo una especie de telaraña con nodos en cada conjunción de líneas.
—Ivy,
anota por favor, para recordarlo, que las probabilidades de la tres siete cinco
a la ocho doble cero han sido extinguidas por completo —en la proyección uno de
los nodos, el central, perdió el contacto con la mayoría de los otros que
parecieron flotar, alejándose.
—Acaso
eso es —me aventuré a decir— una especie de maquina temporal
No
era tan loco, después de que estuviera en un ciclo y todo pareciera no tener
vuelta. Llegué a esa conclusión bajo la premisa de que posibilidades se refería
a las ocurrencias que podría haber en un futuro, mi teoría era que Isaac nos
estaba manteniendo aquí hasta poder encontrar una en específico que le
placiera.
—No
es algo que te incumba, fracasado —nuevamente ira, era lo único que sabía
decir.
—¿Así
que todo esto siempre fue tu culpa? —me levanté, esta vez me le enfrentaría.
—¿Pero
que tonterías estás alegando? Idiota —una carcajada gutural, Ivy parecía
sorprendida — Yo, yo solo trato de poner las cosas a como debieron ser
originalmente, cueste lo que cueste.
—Y
si no es así, ¿eliminas esa posibilidad? —me atreví a remarcar.
—Claro,
es lo más natural —se burló— no todos queremos acabar con la humanidad,
muchacho, algunos si tenemos algo de cerebro sobre nuestras cabezas.
—¿Estás
diciendo que yo quiero acabar con la humanidad o una locura por el estilo?
—agité mi cabeza para eliminar la confusión de mi rostro y seguir a la
ofensiva, sacaría cuanto fuera necesario— Pero si desde el primer día que
recuerdo estar aquí no han estado haciendo nada más que tratarme como si fuera
un maldito mesías ¿y llegas tú a decirme algo por este estilo? ¿De que tengo
cara? Parece ser que de humano no porque todo mundo habla de mi importancia
para bien o para mal pero nadie se molesta en explicarme que es lo que tengo
que hacer o por qué soy yo el que es el centro de todo esto.
Isaac
contuvo la risa y me señalo con el dedo.
—Pero
que mal educados — se burló— permíteme explicarle al niño berrinchudo que tengo
en frente de que se trata todo esto: Este ciclo, esta serie de tragedias que
estás viviendo y que te hacen sentir como la persona más desgraciada del
planeta, las he vivido por cinco años.
—¿Y
eso a mi qué me da? —no estaba de humor para compadecerle
—Se
me olvidaba, un niño berrinchudo y ególatra que no sirve más que para
compadecerse —completó— Imagina que frustración la mía al saber que un llorón
como tú tiene la clave para solucionarlo todo pero no ¿Sabes qué? Actúas fuerte
y valiente porque aquí esta Ivy, quieres que te vea como un caballero, pero en
el fondo este lugar te encanta, al fin podrás ser el héroe que siempre quisiste
ser, luchar por el amor y la justicia.
—¿Qué
no me escuchaste? Estoy arto de que me consideren así —estaba perdiendo
terreno, su análisis estaba dando en el blanco.
—No
quieres cargar con la responsabilidad del bienestar de todos pero tampoco
quieres verlos sufrir ¡Qué contradicción! ¿Qué es lo que esperas? ¿Que mami a
salvarlos a todos para que puedas estar bien con tu tan mentado sentido de la
justicia? —escupió al suelo y entendí el ademán, me daba asco— Quieres que
todos te admiren pero no quieres hacer nada para lograrlo ¿qué mejor que una
especie de profecía en un lugar donde simplemente puedes volver a empezar si te
equivocas? tienes una cantidad infinita de simulacros a tu disposición y con el
día de hoy me mostraste que estás dispuesto a abusar de ellos.
Apreté
los dientes, no tenía defensa.
—La
última vez que intentaste jugar al héroe no salió nada bien —entonces deje de
saber de que estaba hablando.
—El
no recuerda nada —anunció Ivy— y le dije lo que le dije por tu propio bien,
solo mírate, estás al borde de atravesar a un punto dónde, si todo lo que me
has hablado es cierto, no quieres entrar jamás.
—Solo
déjame recordarle una cosa —pidió Isaac, un poco más calmado— el ciclo es la
consecuencia de la obsesión de dos hombres: Uno que quiso proteger, escondiendo
del tiempo, a un ser quiero y otro que lo encontró y es incapaz de dejarlo ir.
—Así
que todo se reduce al amor —sonreí amargamente ante eso y recordé a Veritas.
Debo aclarar que no era amor lo que me movía en su situación pero si sentía
afecto suficiente por ella para querer cambiar su situación.
—No,
no lo entiendes, jamás lo haces —el dispersó el aire con las manos—. Uno de
esos hombres eres tú, Isaías.
Eso
me sorprendió tanto que di unos pasos hacía atrás y me giré a ver a Ivy, que
solo tenía una mirada triste.
Y
por eso era que todas las miradas estaban sobre mi, por eso Veritas era la
pieza clave de todo, buscaría salvarla no importa qué.
¿Y si era ególatra y berrinchudo? Tal vez pero
si todo era mi culpa, lo arreglaría como fuera.
—Por
cierto, encontramos a Veritas, ven conmigo —dijo Isaac.
Yo
no dije nada, solo avancé, y con paso firme le seguí.
Mi predicción es que todo el conflicto es por el heroismo retorcido que practica Isaac y la falta de frutos que tiene el heroismo de Isaías. Ambos actuan a su manera por el bien de las chicas como correctos caballeros (y no inmutan eso para nada) pero mientras que Isaac es un caballero serio "a la antigüa" Isaías es un hombre más moderno que esta más cerca de los demás.
ResponderBorrarTanto escucharte planear historias me hace hablar como tú, andar analizando personajes y cual es el sentido de sus acciones no es mi estilo...
Carajo... Feel acaba de decir la conclusión que en parte yo siento (sobre el peso de cada personaje, más que nada)y con mejores palabras... épico a todos los niveles.
ResponderBorrarMe gusta mucho esta historia viejo. Tengo que aplaudir la narrativa y el ritmo. Curiosamente la siento vertiginosa y llena de detalles y peso y momentos, pero no marea ni es un viaje rápido. Es algo que cuando menos te esperas ¡Paf! ya acabaste de tan atrapado y metido que estabas. Hermoso.
Por otro lado la gala de palabras y vocabulario que usas para narrar y los dialogos me gusta, haz mejorado un chingo Alex. No es que no lo crea o no lo esperara, pero no deja de ser sorprendente y emocionante, en justa medida todos nos hemos leido crecer, por eso.
Va bien viejo, me gusta la trama, me gusta como la manejas. No hay más esto lo tuyo y lo demuestras con elegancia. Sigo leyendo.