diciembre 15, 2012

Simulacro - Capítulo 8: El que jamás entendió


—Eres patético —un puñetazo directo a la cara me derribo, Oscar intentó defenderme pero unos sujetos lo detuvieron y yo lo agradecí, lo tenía bien merecido.

Yo había decidido llevar a Oscar hasta aquí y cuando pedí ayuda él, el hombre que me había golpeado y lideraba aquellos que tenían que ver con el ciclo, accedió  sin ninguna protesta pero en cuanto preguntó por Veritas y le conté lo ocurrido explotó y me golpeo sin pensarlo.

—Siempre es “yo voy a ayudar aquí y allá y por acá también” —bufó en lugar de aspirar aire— y sigues sin darte cuenta de que eres inservible y jamás podrás ayudar a nadie ¿Cuándo vas a seguir los consejos que se te dan? Tuviste la oportunidad de ayudarla a ella y ahora…

—¡pero me ayudo a mi! —grito Oscar.

—¿Y? —Cuestionó con frialdad— Tu presencia no nos supone una ventaja.

Comencé a levantarme, por primera vez noté la diferencia de edades entre el hombre y el resto de las personas que coordinaba, fácil me llevaría cinco años. Su agilidad y su fuerza testificaban una dura batalla para llegar a esa edad.

—Y deduzco, por tanto, que Veritas es pieza clave de todo esto —comenté— ¿Qué tiene ella de especial?

El hombre se acercó, me pateó ambas espinillas y me hizo irme de frente, afortunadamente logré interponer los brazos entre mi cara y el suelo.

—Ella es la clave y sin embargo no tiene nada de especial —su mirada era como una puñalada, no debería de importarme en lo absoluto pero su desprecio me hacía sentir un hueco enorme en el estomago.

Me levantó de la camisa y me puso contra la pared

—¿Crees que esto es un juego? ¿Crees que con cada reinicio puedes volver a empezar y ya? Déjame recordarte que ella lo recuerda todo y se queda con todo ¿Y todo lo que podrían hacerle? Si, no la abandonará jamás. Debes sentirte orgulloso por haberle arruinado la vida.

Una mano femenina se posó sobre sus brazos . Ivy estaba interviniendo por mí.

—Y golpearlo no nos ayudará a encontrarla más rápido —dijo con severidad.

Ella le provocó una realización y me dejo caer al suelo.

—¿Qué esperan? Dispérsense para no dar tregua a ese maldito, cada minuto que pasa condena más a este mundo —no entendía de que hablaban, no me interesaba mucho saberlo.

—Isaac —susurró Ivy. Nuevamente había confundido mi nombre pero no sentía deseos de contradecirla— sé que es difícil ser el único que trabaja hacía el mañana pero tu me salvaste y quiero que salves muchas personas más, no quiero que te des por vencido y te quedes aquí como un muerto.

—Todos hablan de eso —respondí— todos hablan de lo genial que podría ser cuando él tiene razón.

—Tal vez la tenga según lo que el estableció pero has hecho cosas muy grandes, tu formaste toda la sociedad del ciclo que ves ahora —eso me extrañó.

—¿Yo la formé? —pregunté.

—Si, incluso una vez volviste al viernes anterior y…— ella dudo un poco— ¿me obligarás a contártelo? ¿Es que acaso no hay otra forma de hacer que te levantes?

Recordé que habíamos hablado una vez de asuntos que preferíamos olvidar y por tanto no me gustaría forzarla a recodarlo.

—No, está bien —intenté reflexionar un poco y me di cuenta de algo grave— te contaría lo mio a cambio pero la verdad es que ya lo olvide.

¿Qué otras cosas había hecho sin recordarlo? Por qué todo el pasado justamente hoy me parece tan distante cuando parecía ser ayer que platique un poco con Veritas sobre él.

¿Ayer? Eso era imposible, estamos en un ciclo dónde el tiempo no pasa del último sábado del mes de Julio.

— ¿Exactamente cuanto tiempo llevamos en este ciclo? —pregunté con curiosidad cuando algo vino a mi mente.

—El ciclo estaba aquí antes de que me permitieras entrar pero aun así,  he llevado a cabo la cuenta de aproximadamente mil seiscientos sesenta y ocho días o en su defecto cinco años y medio —algo no encajaba ahí.

—Pero los libros en tu habitación solo llegaban hasta… —ella me interrumpió.

—Me pregunto que más husmeaste —frunció el seño pero parecía un poco divertida por mi investigación— esos libros solo son…

Un click y un tic tac nos silenció a los dos y pudimos escuchar perfectamente un sonido de pasos que se acercaban.

—¿Por qué me traicionas? —el sonido venía de una esfera metálica que no podía comparar con nada de este mundo, era de oro y estaba decorada con muchos relojes que iban a distintas velocidades— Después de todo lo que he hecho por ti —no parecía molesto como cuando me golpeo, parecía desesperado.

Instintivamente me moví al frente de Ivy por si volvía a haber violencia, no me parecía un sujeto de fiar en este momento, se veía en su mirada como había perdido la cordura en algún momento.
—No, Isaac, yo…—así que él era Isaac, gracias por confirmarlo Ivy.

Isaac presionó un botón en el artefacto que tenía en su mano y de ahí se proyectó sobre el suelo una especie de telaraña con nodos en cada conjunción de líneas.

—Ivy, anota por favor, para recordarlo, que las probabilidades de la tres siete cinco a la ocho doble cero han sido extinguidas por completo —en la proyección uno de los nodos, el central, perdió el contacto con la mayoría de los otros que parecieron flotar, alejándose.

—Acaso eso es —me aventuré a decir— una especie de maquina temporal

No era tan loco, después de que estuviera en un ciclo y todo pareciera no tener vuelta. Llegué a esa conclusión bajo la premisa de que posibilidades se refería a las ocurrencias que podría haber en un futuro, mi teoría era que Isaac nos estaba manteniendo aquí hasta poder encontrar una en específico que le placiera.

—No es algo que te incumba, fracasado —nuevamente ira, era lo único que sabía decir.

—¿Así que todo esto siempre fue tu culpa? —me levanté, esta vez me le enfrentaría.

—¿Pero que tonterías estás alegando? Idiota —una carcajada gutural, Ivy parecía sorprendida — Yo, yo solo trato de poner las cosas a como debieron ser originalmente, cueste lo que cueste.

—Y si no es así, ¿eliminas esa posibilidad? —me atreví a remarcar.

—Claro, es lo más natural —se burló— no todos queremos acabar con la humanidad, muchacho, algunos si tenemos algo de cerebro sobre nuestras cabezas.

—¿Estás diciendo que yo quiero acabar con la humanidad o una locura por el estilo? —agité mi cabeza para eliminar la confusión de mi rostro y seguir a la ofensiva, sacaría cuanto fuera necesario— Pero si desde el primer día que recuerdo estar aquí no han estado haciendo nada más que tratarme como si fuera un maldito mesías ¿y llegas tú a decirme algo por este estilo? ¿De que tengo cara? Parece ser que de humano no porque todo mundo habla de mi importancia para bien o para mal pero nadie se molesta en explicarme que es lo que tengo que hacer o por qué soy yo el que es el centro de todo esto.

Isaac contuvo la risa y me señalo con el dedo.

—Pero que mal educados — se burló— permíteme explicarle al niño berrinchudo que tengo en frente de que se trata todo esto: Este ciclo, esta serie de tragedias que estás viviendo y que te hacen sentir como la persona más desgraciada del planeta, las he vivido por cinco años.

—¿Y eso a mi qué me da? —no estaba de humor para compadecerle

—Se me olvidaba, un niño berrinchudo y ególatra que no sirve más que para compadecerse —completó— Imagina que frustración la mía al saber que un llorón como tú tiene la clave para solucionarlo todo pero no ¿Sabes qué? Actúas fuerte y valiente porque aquí esta Ivy, quieres que te vea como un caballero, pero en el fondo este lugar te encanta, al fin podrás ser el héroe que siempre quisiste ser, luchar por el amor y la justicia.

—¿Qué no me escuchaste? Estoy arto de que me consideren así —estaba perdiendo terreno, su análisis estaba dando en el blanco.

—No quieres cargar con la responsabilidad del bienestar de todos pero tampoco quieres verlos sufrir ¡Qué contradicción! ¿Qué es lo que esperas? ¿Que mami a salvarlos a todos para que puedas estar bien con tu tan mentado sentido de la justicia? —escupió al suelo y entendí el ademán, me daba asco— Quieres que todos te admiren pero no quieres hacer nada para lograrlo ¿qué mejor que una especie de profecía en un lugar donde simplemente puedes volver a empezar si te equivocas? tienes una cantidad infinita de simulacros a tu disposición y con el día de hoy me mostraste que estás dispuesto a abusar de ellos.

Apreté los dientes, no tenía defensa.

—La última vez que intentaste jugar al héroe no salió nada bien —entonces deje de saber de que estaba hablando.

—El no recuerda nada —anunció Ivy— y le dije lo que le dije por tu propio bien, solo mírate, estás al borde de atravesar a un punto dónde, si todo lo que me has hablado es cierto, no quieres entrar jamás.

—Solo déjame recordarle una cosa —pidió Isaac, un poco más calmado— el ciclo es la consecuencia de la obsesión de dos hombres: Uno que quiso proteger, escondiendo del tiempo, a un ser quiero y otro que lo encontró y es incapaz de dejarlo ir.

—Así que todo se reduce al amor —sonreí amargamente ante eso y recordé a Veritas. Debo aclarar que no era amor lo que me movía en su situación pero si sentía afecto suficiente por ella para querer cambiar su situación.

—No, no lo entiendes, jamás lo haces —el dispersó el aire con las manos—. Uno de esos hombres eres tú, Isaías.

Eso me sorprendió tanto que di unos pasos hacía atrás y me giré a ver a Ivy, que solo tenía una mirada triste.

Y por eso era que todas las miradas estaban sobre mi, por eso Veritas era la pieza clave de todo, buscaría salvarla no importa qué.

 ¿Y si era ególatra y berrinchudo? Tal vez pero si todo era mi culpa, lo arreglaría como fuera.

—Por cierto, encontramos a Veritas, ven conmigo —dijo Isaac.

Yo no dije nada, solo avancé, y con paso firme le seguí.

2 comentarios:

  1. Mi predicción es que todo el conflicto es por el heroismo retorcido que practica Isaac y la falta de frutos que tiene el heroismo de Isaías. Ambos actuan a su manera por el bien de las chicas como correctos caballeros (y no inmutan eso para nada) pero mientras que Isaac es un caballero serio "a la antigüa" Isaías es un hombre más moderno que esta más cerca de los demás.

    Tanto escucharte planear historias me hace hablar como tú, andar analizando personajes y cual es el sentido de sus acciones no es mi estilo...

    ResponderBorrar
  2. Carajo... Feel acaba de decir la conclusión que en parte yo siento (sobre el peso de cada personaje, más que nada)y con mejores palabras... épico a todos los niveles.

    Me gusta mucho esta historia viejo. Tengo que aplaudir la narrativa y el ritmo. Curiosamente la siento vertiginosa y llena de detalles y peso y momentos, pero no marea ni es un viaje rápido. Es algo que cuando menos te esperas ¡Paf! ya acabaste de tan atrapado y metido que estabas. Hermoso.

    Por otro lado la gala de palabras y vocabulario que usas para narrar y los dialogos me gusta, haz mejorado un chingo Alex. No es que no lo crea o no lo esperara, pero no deja de ser sorprendente y emocionante, en justa medida todos nos hemos leido crecer, por eso.

    Va bien viejo, me gusta la trama, me gusta como la manejas. No hay más esto lo tuyo y lo demuestras con elegancia. Sigo leyendo.

    ResponderBorrar

¿Qué te pareció la historia?