Mi escudo se rompió, ya no podía más. El corazón me decía
que no había nada porque luchar ahí, sin embargo, seguí.
¿Peleaba por convicción? ¿Por pasión? ¿Por amor? Nadie lo sabía. Su felicidad
depende de esta batalla, y no estoy dispuesta a derrotarme tan fácilmente.
Muchas veces, solo pensaba en lo mucho que quería estar a su
lado, en lo que me gustaría que sucediera. Pero se que son cosas que jamás
ocurrirán –“¿porqué seguir peleando por algo que jamás ocurrirá? Si hubiera una
buena razón..."
El viento helado cubría mi piel, la lluvia y el hielo se
sentían como alfileres que caían del cielo. No podría soportar mucho sin mi
escudo, y sin una real motivación.
Solo un milagro, solo una pequeña ayuda. Era todo lo que
necesitaba.
Mire hacia el cielo, la lluvia seguía, deje que las gotas
sustituyeran mis lagrimas, y sin más que una sonrisa, me aproxime a mi derrota.
Sería mi muerte, pero mi pequeña victoria.
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