Debido
a que ese lugar se convirtió en un centro habitacional, los peces que vivían
fueron muriendo por la contaminación y la pesca incontrolada. En un intento del
gobierno por conservar las “Áreas Verdes Comunitarias” nació el lago
cristalino.
Pero
solo eso rescataron, las calles seguían llenas de vagabundos cargando a
espaldas en apoyo alimenticio que les daba el gobierno una vez al mes (consistía
principalmente de un pequeño paquete comida enlatada o deshidratada, algo para
entretenerlos y poder decir en sus spots que se preocupaban por los grupos
marginados), en realidad si podían racionar bien la comida, solo les duraba dos
semanas.
La
basura se acumulaba cada vez más en los contenedores y los niños no salían por
miedo a no volver a sus hogares, o si volvían, lo mejor que les podía pasar era
regresar completos. El intento por mejorar la seguridad solo había servido en
la capital, pues esa gente de mala caña opto por establecerse en lugares donde
nadie esperaba lo peor, como los pueblos o pequeñas residenciales.
En
realidad esa zona no eran tan peligrosa, existían otras peores y más devastadas
por la pobreza. Esa zona en específico se podría describir como una zona de
transición. De un lado tenían a la gran ciudad, coronada de smog. Y del otro
lado la zona habitacional, ahí donde vivía Johan y Lixi era el comienzo de esa
zona. No se encontraba muy retirado de la casa de Ancel, pero en esas condiciones
no podían viajar en tren. Así que esperaron al transporte comunitario.
Llegaron
por fin. Merrick se adelantó y toco la puertecilla de imitación de madera, y el
tacto le dijo que era metálica.
Daniel
abrió y los dos entraron sin saludar. Dada la ocasión no hacían falta la
formalidad al presentarse.
Dieron
dos pasos y ya se encontraban en la sala-comedor-cocina de la casa de su novio.
Los padres de Johan estaban ahí, pero no hacían preguntas. El tamaño de esa
habitación era tan pequeño que se les dificultaba caminar e incluso mandar la
charola magnética a repartir los vasos con agua era una tarea imposible.
-Disculpen
ustedes que no los atiéndanos como se debe- dijo la madre de Johan.
-Pero
esque…no esperábamos visitas…- concluyo el señor.
-No,
todo está perfecto, gracias a ustedes por acogernos- dijo Daniel algo apenado
al notar el tamaño de su casa.
-Ah,
todo está bien, tenemos tres cuartos libres- dijo el señor y despidiéndose
subió con su esposa a su recamara.
Ancel
se preguntó dónde podrían estar esos famosos cuartos, pues esa casa no lucia
como si albergara pasadizos secretos.
Ninguno
de los presentes (más que Lixi, por obvias razones) había estado en la casa de
Johan antes. Su hogar fue uno de los primeros en ser construidos al lado del
lago (cuando todavía había peces), por lo que era una de las más grandes y se
encontraba algo retirada de la zona donde vivían Merrick, Ancel y Gael. Era una
de las más grandes, pero seguía siendo pequeña a comparación de la casa de
Ancel y Gael.
Nadie
hablaba, solo Gael que seguía en una especie de shock y seguía pidiendo a Ancel
y a Emi que le explicaran de nuevo todo lo que paso en su casa. Desde que entró
y busco a sus hermanas, hasta el momento en que perdió el conocimiento.
Solo
Emi parecía estar de sobra en esa casa, pero tenía su razón de estar ahí. La
familia de Ancel decidió rentar un pequeño apartamento en el centro de la
avenida principal, cerca de donde vivía Merrick, Emi no quiso ir con ellos,
porque ella había presenciado más que Ancel lo que ocurrió en su casa.
Ella
fue la que oyó el nombre: Chaim.
Y
tambien ella tenía cosas que explicar, como: ¿Qué hacía en su casa en horario
escolar?, ¿Por qué estaba en el estudio con Kylie? ¿Cómo fue que llego ahí tan
rápido si Merrick la había visto momentos antes en el Campus?
-Salí
de la escuela, porque la alarma de incendio de mi cuarto se activó, y como está
sincronizada con mi Móvil me aviso a mi primero –les relato en el viaje de ida.
-Intente
llamar a casa para ver que sucedía, pero nadie respondía. Primero pensé que
solo era una falsa alarma, pero luego recibí una llamada de Kylie- en ese
momento hizo una pausa y miro a Ancel.
-Kylie
no tiene Móvil- dijo su hermano.
-Ya
sé, la llamada venia de la casa, pero Kylie la estaba realizando, seguramente
uso el reconocimiento de huellas digitales para hacerla, pero ese no es el
punto- dijo desesperada- se supone que ella debía estar en la escuela al igual
que yo.
“No
respondí, dije que tenía que ser una broma, a esas horas solo estaba mamá en
casa. Recibí una segunda llamada, seguía siendo Kylie y esta vez contesté.
Lloraba y me dijo que tenía miedo, hablaba casi en un susurro.
-Tranquilízate-
le dije – ¿Dónde está mamá?
Me
contesto que no sabía.
-¿cómo
que no sabes? ¡Debería estar ahí!
-Lo
sé, ¡pero no está!- contesto angustiada, no podía ver bien detrás de ella.
En
ese momento yo ya estaba saliendo del salón y corría hacia la salida más
próxima sin colgar.
-¿y
porque lloras?- le volví a preguntar, no veía razón por la cual llorara.
Entonces
la llamada se cortó. Mire el holograma y todo parecía en orden. Solo la imagen
estaba congelada (como siempre) y la
línea de voz era recta.
Justo
cuando iba entrando al callejón donde siempre me desvió para llegar a la
avenida principal, una pelirroja de negro salió de la nada y me jalo hacia una
camioneta negra. Me dieron de tomar algo que me dejo mareada.
Solo
supe cuando llegamos a la casa por la fachada, la pelirroja y otra mujer de
cabello café me bajaron de la camioneta y me llevaron directo a la entrada.
La
puerta se abrió casi al momento. Pasamos por la sala y mi mamá estaba tendida
en el suelo, había sangre. Creo que comencé a gritar. Me llevaron al garaje y
ahí estaba Kylie llorando de miedo. A su lado estaba el hombre de ojos azules.
Cuando
estaba a punto de hablar alguien me dijo “No digas nada”, era el desconocido
que salvo mi hermano. Tenía los ojos abiertos y estaba recargado en la pared
mirando al otro hombre fijamente.
-Es
de mala educación callar a una señorita- dijo el hombre
-Eres
la última persona que puede hablarme sobre decencia- contestó con dificultad.
-¡Ay
Chaim, hermano mío, tu eres tan culpable como yo!- dijo medio divertido, yo
solo estaba parada en medio de los dos, no quería estar ahí, quería abrazar a
Kylie y salir corriendo.
Le
dije que si quería dinero o joyas, yo se las daba, pero que nos dejara en paz.
El
rio y me dijo que no las necesitaba, solo necesitaba información, y la persona
que habíamos cuidado era la única que podía dársela.
-¿Dónde
está Dhara?
-No
te diré, y no es Dhara, es un error.
-¡No
te atrevas a llamarla así!- le grito y lanzo al que llamo su hermano hacia el
otro lado de la habitación, yo corrí con suerte y me lance directo a Kylie y la
dos nos quedamos en la esquina. Observando.
Dijeron
varios nombres. Jafet. Cammin. Valeska. Incluso mencionaron a Gael y a papá.
Dijeron
claramente Sihab, y tambien mencionaron al abuelo, a Baruch. Hablaban de
pueblos y caídos y cosas que no entendía.
Luego
le dijo:
-Chaim,
siento tener que hacer esto, pero no estas cooperando.
Ese
nombre si lo identificaba, era el nombre del papá de Gael. Chaim al parecer
supo que yo sabía eso y me miro y me dijo: “Diles que lo siento”. El lugar
comenzó a arder de la nada, había una tercera mujer, era muy hermosa y era ella
quien quemaba el lugar. Las llamas estaban tan cerca que intente alejarlas con
algo de las botellas de agua que estaba ahí. La mujer solo reía.
Ya
no sabía a donde mirar, enfrente tenía el cuerpo de Chaim, inmóvil, pensé que
había muerto de pie o algo, no se movía. Las pelirroja discutía algo con la de
cabello café, la otra se acercaba al tipo loco que solo miraba la puerta, como
esperando algo.
-Entonces
llegaste tú- señalo a Ancel.
Y
todo lo demás ya lo saben.”
Nadie
dijo nada. Fue un plan muy ingenioso, atraer a Ancel por medio de su familia
para así quitarle la gema.
-Pero…
¿cómo supieron que yo la tenía?- dijo Ancel.
Daniel
se levantó de pronto.
-Parece
que tenemos que acudir a las autoridades- dijo, saliendo de su ensimismamiento
e ignorando la pregunta.
Ancel
salto al oír eso, ¿era necesario?, se preguntó. Pero claro que lo era, media
calle había sido atacada y varias personas resultaron heridas, solo había una
persona que podía hacerse cargo de todo ese desastre.
El
único inconveniente que tenía Ancel era el siguiente: El Alcalde era el mismo Rector.
Ahora tenía una carga más encima.
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